La primera vez que incorporé a mi vocabulario la palabra
neuromarketing me sonó como algo complejo propio del futuro, nada más lejos de
la realidad, aunque el neuromarketing se ha usado siempre, es ahora cuando más en boga está y cuando más partido se le pretende
sacar.
Empezaremos por definir que es neuromarqueting. Si a
groso modo, Marketing se puede definir como la capacidad de satisfacer las
necesidades de los clientes o consumidores obteniendo ganancias al mismo tiempo. El neuromarketing pretende conseguir satisfacer esas necesidades navegando por
las emociones del consumidor o cliente consiguiendo captar cuáles son sus
deseos.
Para conseguir navegar por las emociones, el Marketing ha evolucionado y se está
especializando tanto que en la actualidad pretende activar todos los resortes
emocionales de nuestro cerebro con la intención de que nos decantemos por unas
marcas y no por otras. Por otro lado, el entender y comprender el comportamiento
del cerebro humano frente a determinados estímulos es vital para desarrollar un
Marketing más efectivo.
Las marcas que han conseguido “enganchar" emocionalmente al cliente son las que
están consiguiendo mejores resultados (por ejemplo, Apple). Un cliente
emocionalmente enganchado a una determinada marca es generador de buenas
experiencias hacia esa marca. Y es aquí donde la incursión, con gran protagonismo, de las redes sociales ha hecho que las experiencias de los usuarios se compartan y vayan ganando protagonismo. Son un valor determinante para que otros usuarios se decanten por una marca o por
otra.
Si nos remontamos años atrás, en cualquier
proceso de Marketing ya se decía que en la interactuación con el cliente había
que apelar a sus cinco sentidos (tacto,
olfato, vista, oído y gusto). Estos conceptos que años atrás consideraba surrealistas en la actualidad, me he dado cuenta que podrían ser el principio de lo que hoy consideramos el neuromarketing.
Uno de los hándicaps que tiene el neuromarketing, tal y
como se entiende hoy en día, es el elevado coste, ya que para conseguir la
información necesaria se precisa de
pruebas complejas de investigación, alejadas del marketing y que no están al
alcance de la mano del marketing convencional (encefalografía, resonancia magnética
funcional, magnetoencefalografía… entre otras).
El neuromarketing está envuelto en una cierta polémica con
sus detractores y sus afines. Los
detractores consideran que es una manipulación del cerebro humano para
conseguir un propósito. Mientras que los
afines a esta disciplina se escudan en que está basado en la neurociencia.
Algunos casos de neuromarketing más conocidos son el Reto
Pepsi y Sony Bravia. Aunque realmente son las grandes marcas las pioneras en
investigación, no hay que irse tan lejos. Simplemente basta con ir al
sumermercado más cercano y comprobar que la música ambiente que hay en ese
momento, la altura en la que se encuentran los distintos productos o la mítica
desviación que sufre el carro de la compra son condicionantes en muchos casos
de lo que compramos en nuestro día a día.
Para finalizar, un interesante y amplio documental de 52
minutos sobre el neuromarketing.
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